Sinopsis
1943. PetroVsky llega a la ciudad. Se acerca a un ruinoso hotel céntrico y pide una habitación. Anuncia que una encomienda estará por llegar. La habitación es pequeña, húmeda y sombría. Los días pasan y el paquete no aparece. Por las noches, desde la habitación contigua, proviene un llanto angustioso, como el de un niño enfermo. Un arrullo femenino intenta calmarlo, sin éxito. El sueño comienza a pesar sobre PetroVsky, y la ansiedad y la rutina giran en su entorno hostilmente. Durante el día, vaga por la ciudad, perdido entre cafés y calles desconocidas. La criatura llora noche tras noche, pero nadie, excepto PetroVsky, parece dar cuenta de ello. Conserje niega categóricamente la presencia de un niño en el hotel. La llegada del paquete se dilata, y PetroVsky no tiene más remedio que prolongar su estadía. Irrumpe el insomnio como ese llanto nocturno, cada vez más claro, cada vez más angustioso. Una noche, descubre una puerta detrás del pesado armario de la habitación: detrás de ella nacen los gemidos. Este es el comienzo de la historia.